Remodelación

El masaje remodelador es un tipo de masaje corporal cuyo objetivo es remodelar la figura mejorando la firmeza y elasticidad de la piel. Estimula el sistema linfático para mejorar la circulación linfática y eliminar toxinas y productos de desecho del cuerpo, al tiempo que mejora el aspecto de la figura. Utiliza técnicas de masaje manual para tratar las zonas del cuerpo que necesitan reafirmación o tonificación. Utiliza movimientos precisos y tonificantes para estimular los ganglios linfáticos, lo que ayuda a eliminar el exceso de líquido y mejorar el aspecto de la piel.

Entre los beneficios potenciales del masaje remodelante figuran la mejora de la circulación sanguínea, la reducción de la celulitis, la mejora de la elasticidad de la piel, el estiramiento muscular y el adelgazamiento.

El masaje remodelante puede ser un poco más intenso que los masajes tradicionales. En caso necesario, la presión puede ajustarse en función de su tolerancia al dolor.

Es importante que pida consejo a su médico si no está seguro, antes de empezar, de si tiene algún problema de salud o alguna afección médica en particular, como problemas cutáneos o circulatorios.

Existen ciertas contraindicaciones para el masaje remodelante, como cardiopatías, enfermedades venosas, tumores, infecciones agudas, fiebres y flebitis, embarazo en el primer trimestre.

Puede variar en función de la persona y sus objetivos, pero en general se recomiendan varias sesiones para ver resultados significativos. Las sesiones pueden espaciarse de unos días a una semana para permitir que el cuerpo se recupere y siga beneficiándose de los efectos del masaje. Los resultados se aprecian desde la primera sesión. Es importante tener en cuenta que el masaje remodelante se considera un tratamiento de mantenimiento, por lo que se recomienda seguir recibiendo sesiones regulares para mantener los resultados obtenidos.